El cuerpo humano se compone de 206 huesos, que le dan soporte y estructura a los tejidos y órganos. El sistema óseo, nos permite movernos y protegernos; se compone de los huesos, articulaciones y tendones que recorren nuestro cuerpo. Por lo tanto, mantener una salud ósea es fundamental para el óptimo funcionamiento corporal y motricidad.
Una de las afecciones más comunes respecto a la salud ósea es la artritis. De acuerdo con Mayo Clinic, la artritis es la hinchazón y sensibilidad de una o más articulaciones; caracterizada por causar dolor y rigidez. Ésta puede originarse en cualquier área del cuerpo, sin embargo, es más común en las articulaciones de manos, rodillas, caderas, y columna vertebral Los tipos más comunes son:
- Artrosis u osteoartritis: Hace que el tejido que recubre las articulaciones se rompa. Usualmente aparece después de una lesión o trauma.
- Artritis reumatoide: Comienza como una enfermedad autoinmune, en la que el sistema inmune debilita los revestimientos de las articulaciones.
Para poder detectarlo, se emplean exámenes físicos, pruebas sanguíneas y procedimientos de diagnóstico por imagen, como los siguientes:
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- Rayos X: Útiles para identificar la cantidad de cartílago en las extremidades de los huesos; así como ver el posible deterioro que la artritis pueda causar en los huesos.
- Tomografía computarizada: Al producir múltiples imágenes en profundidad, la tomografía computarizada permite ver articulaciones en áreas específicas como la columna vertebral.
- Resonancia Magnética: Su principal ventaja es que produce imágenes más completas, abarcando huesos y tejidos; ligamentos y revestimiento de las articulaciones. A su vez, permite evaluar la efectividad del tratamiento para artritis y posibles complicaciones.
- Ultrasonido musculoesquelético: Mayormente utilizado para evaluar los tejidos cercanos a la piel, como de manos y pies.
Además de poder diagnosticar un problema, el diagnóstico por imagen es de gran utilidad para monitorear la salud ósea. En especial a personas mayores a los 45 años. Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de deterioro en la salud ósea son:
- Deficiencias de calcio
- Fracturas
- Cambio de postura
- Traumatismo
Como se mencionó anteriormente, el sistema esquelético es la base para proteger y darle estabilidad a nuestras estructuras internas; por lo tanto, prevenir su deterioro es fundamental para mantener la motricidad y evitar dolor.
Fuentes:
BreastCancer.org (2017) “¿Cómo medir la salud ósea?”. BreastCancer.org. Recuperado de:
https://www.breastcancer.org/es/consejos/salud_osea/medir
Mayo Clinic (2021) “Artritis” Mayoclinic.org. Recuperado de: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/arthritis/symptoms-causes/syc-20350772
Radiologyinfo.org (2019) “Artritis” Radiologyinfo.org. Recuperado de: https://www.radiologyinfo.org/es/info/arthritis